¿Qué es la accesibilidad?
Los productos y los servicios son accesibles en la medida que todos somos capaces de usarlos, independientemente de nuestras condiciones físicas, cognitivas, e incluso técnicas. Por ejemplo, un autobús será accesible si dispone de una rampa para que suban los usuarios de silla de ruedas y si se anuncian las estaciones por megafonía y por escrito, de tal forma que los usuarios con discapacidad visual o auditiva puedan enterarse. Pero más allá de los usuarios con discapacidad física o sensorial, el autobús será accesible para todos si los asientos están situados a una altura cómoda, si tenemos espacio para sentarnos, si al pulsar el botón de parada la orden le llega correctamente al conductor o si el mapa de la parada de autobús es comprensible.